
Sus cuerpos danzan y sus miradas desatan un juego de sensualidad.La sutileza es su arma y,
la lente de la cámara,
su blanco débil.
De una mueca chillona e inocente,

Ellas suscitan infinitas fantasías...
que ponen de relieve los instintos más primitivos.
2 comentarios:
Que lindo, buen ritmo, que chido cuando hay armas dentro de uno que pueden usarse para seducir...
mmm... juegos que nos conducen a mas juegos, nos envuelven en una perversa inocencia que luego se transforma en una inocente perversión.
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